viernes, 10 de octubre de 2008

Rockdelux 8



Ilustración para el artículo El CD: Ramera de Babilonia de Kiko Amat en el Rockdelux de este mes.

No es que yo sea especialmente fan del CD (de hecho, no entiendo como alguien puede ser fan de un formato; a mí me interesa la música) pero no suscribo ni media línea del texto.


Otro vídeo de Mal Amigo:

5 comentarios:

Diego Arandojo dijo...

Me encanta este CD vagabundo... borracho... y la bufanda... genial!

Va poema alegórico

MI ZIP DRIVE ERA BITE-ADICTO

tenía
un
zip bello, azul, de gorra verde, totalmente
ecológico

le
apodé Marrinqo-Q-el

juntos
grabamos
miles
de
ficheros, horas divertidas en las que el sol se
fundía
al bostezo magnánimo de la vida

en
navidad
nos obsequiábamos
revistas
y
algunos refrigerios caseros

sin
embargo yo, ignorante del dolor de Marrinqo-Q-el,
me
choqué con el muro
de
la verdad: mi zip era un
bite-adicto

todo
se volvió confuso, mis ojos cambiaron de color, mi casa fue un cajón

incluso
comencé a usar corbata y camisa

interné a
Marrinqo-Q-el
en
distintos
hospitales psiquiátricos para dispositivos
de ordenadores

pero
no funcionó

al
cabo de dos años, me harté: busqué la navaja de la abuela
Marta (ella había
combatido en las Fuerzas Armadas Revolucionarias
del Commodore 128)
y
acometí un
acto
considerado por la Ley como
un ilícito:

asesiné,
degollé,
enterré a mi zip drive

recuerdo
su
aroma azul
todavía
en la almohada
de
mi cama

lloro y lloraré
su
ausencia, sus
100 MB
de pura nostalgia

pacoalczr dijo...

malditos zip drives, saben cómo romperle el corazón a un hombre...

Miguel B. Núñez dijo...

hice bien al dejar de leer prensa musical... da dolor de cabeza.

A mí todas estas tontadas me recuerdan siempre cuando era jevi de adolescente. Si vestías con determinada marca de vaqueros, eras auténtico, pero si vestías con otra marca, eras un mierda... ¡pero si sólo eran vaqueros, hombre por dios!

pacoalczr dijo...

pues sí; cuanto pijerío...

Miguel B. Núñez dijo...

la música vale la pena por sí misma, los formatos son puro elitismo y no tienen nada que ver con la calidad de uno como oyente... la mitad de mis amigos no tuvieron un plato hasta muy pasados la veintena, algunos ni siquiera se pueden permitir ahora mismo comprar discos -ni cds ni vinilos- porque antes tiene que alimentar a sus hijos y pagar la hipoteca... ¿aprecian menos la música por ello?... anda ya!