El verano de 1999 lo pasé pluriempleado. Además de mi habitual trabajo de fin de semana como ayudante de camarero en Chi-Chi’s, un restaurante mexicano de las Ramblas -todavía vivía en Barcelona- conseguí otro a jornada completa haciendo una sustitución veraniega en el departamento de discos de el FNAC El Triangle, en Plaza Cataluña.
(Nota: los dos sitios estaban uno enfrente del otro…Recuerdo que los viernes y los sábados por la noche salía corriendo del FNAC para meterme en el mexicano... Me divertía pensar que algún cliente al que hubiera atendido en los discos entrara a cenar en el Chi-Chi’s y me encontrara allí atendiéndole también. -Tal vez les pasara a los Astrud y de ahí sacaron la idea para aquello de “hay un hombre en España que lo hace todooo…” - Fin de la nota)
Como nunca antes había vendido discos, para conseguir el trabajo en el FNAC me inventé un pasado como vendedor de discos en Madrid, en una tienda llamada Ziggy’s en la que había entrado durante unas vacaciones el año anterior.
(Nota 2: Luego resultó que las mentiras del currículum no servían de mucho…La clave para entrar en el FNAC estaba en una horrible prueba psicológica de maquiavelismo social en grupo de la que increíblemente salí tan bien parado que pensaba que me iban a ofrecer el puesto de director de la tienda, ja j.. er, fin de la nota)
Años después, me vine realmente a vivir a Madrid, algo que en 1999 ni se me hubiera pasado por la cabeza. Después de unos cuantos meses viviendo del paro y de alguna colaboración por ahí, el dinero se me estaba terminando y empecé a plantearme la espantosa realidad de buscar un trabajo de verdad. Vendiendo discos, por ejemplo (aunque desde aquella experiencia en el FNAC no había vuelto a vender discos, por alguna razón me parecía una opción muy razonable)
Cuando ya parecía que la cosa no tenía vuelta de hoja, se me ocurrió probar suerte en El Jueves y sonó la flauta. Salvado por la campana.
¿Pero no hubiera sido genial que me hubiera visto obligado a repartir currículos por las tiendas de discos -llenos de mentiras, por supuesto- y que al final hubiera terminado trabajando en Ziggy’s, tal como había pronosticado en aquel otro currículum seis años atrás? ¿No hubiera sido una magnífica idea para un guión? ¿No hubiera sido una manera estupenda y casi mágica de cerrar el círculo?
Pues no. Más bien hubiera sido una mierda bastante grande.
De la época en la que estaba pensando seriamente en buscar un trabajo en Madrid es este fragmento de “La prisión portátil”, la historia larga que he estado publicando en NSLM. No sé muy bien qué voy a hacer con estas páginas ahora que la revista ha desaparecido.
Creo que aprovechando que cada capítulo está dividido en pequeños episodios de media página, la intentaré publicar en formato apaisado, es decir, que cada episodio ocupe una página. Así, las 24 páginas que tengo se transformarían en 48. Aun así, tendré que terminar la historia. Es una pena porque aunque me daba mucho trabajo, me lo pasaba muy bien haciéndola.
En esta página, el detective Ulises -harto de los peligros de su oficio- decidía dejar la policía y echar un currículum en el FNAC. Por suerte, la flauta también sonaba para él y ardía de manera espontánea siete episodios más tarde.
(Nota: los dos sitios estaban uno enfrente del otro…Recuerdo que los viernes y los sábados por la noche salía corriendo del FNAC para meterme en el mexicano... Me divertía pensar que algún cliente al que hubiera atendido en los discos entrara a cenar en el Chi-Chi’s y me encontrara allí atendiéndole también. -Tal vez les pasara a los Astrud y de ahí sacaron la idea para aquello de “hay un hombre en España que lo hace todooo…” - Fin de la nota)
Como nunca antes había vendido discos, para conseguir el trabajo en el FNAC me inventé un pasado como vendedor de discos en Madrid, en una tienda llamada Ziggy’s en la que había entrado durante unas vacaciones el año anterior.
(Nota 2: Luego resultó que las mentiras del currículum no servían de mucho…La clave para entrar en el FNAC estaba en una horrible prueba psicológica de maquiavelismo social en grupo de la que increíblemente salí tan bien parado que pensaba que me iban a ofrecer el puesto de director de la tienda, ja j.. er, fin de la nota)
Años después, me vine realmente a vivir a Madrid, algo que en 1999 ni se me hubiera pasado por la cabeza. Después de unos cuantos meses viviendo del paro y de alguna colaboración por ahí, el dinero se me estaba terminando y empecé a plantearme la espantosa realidad de buscar un trabajo de verdad. Vendiendo discos, por ejemplo (aunque desde aquella experiencia en el FNAC no había vuelto a vender discos, por alguna razón me parecía una opción muy razonable)
Cuando ya parecía que la cosa no tenía vuelta de hoja, se me ocurrió probar suerte en El Jueves y sonó la flauta. Salvado por la campana.
¿Pero no hubiera sido genial que me hubiera visto obligado a repartir currículos por las tiendas de discos -llenos de mentiras, por supuesto- y que al final hubiera terminado trabajando en Ziggy’s, tal como había pronosticado en aquel otro currículum seis años atrás? ¿No hubiera sido una magnífica idea para un guión? ¿No hubiera sido una manera estupenda y casi mágica de cerrar el círculo?
Pues no. Más bien hubiera sido una mierda bastante grande.
De la época en la que estaba pensando seriamente en buscar un trabajo en Madrid es este fragmento de “La prisión portátil”, la historia larga que he estado publicando en NSLM. No sé muy bien qué voy a hacer con estas páginas ahora que la revista ha desaparecido.
Creo que aprovechando que cada capítulo está dividido en pequeños episodios de media página, la intentaré publicar en formato apaisado, es decir, que cada episodio ocupe una página. Así, las 24 páginas que tengo se transformarían en 48. Aun así, tendré que terminar la historia. Es una pena porque aunque me daba mucho trabajo, me lo pasaba muy bien haciéndola.
En esta página, el detective Ulises -harto de los peligros de su oficio- decidía dejar la policía y echar un currículum en el FNAC. Por suerte, la flauta también sonaba para él y ardía de manera espontánea siete episodios más tarde.
14 comentarios:
Creo que no hace falta decir que queremos ese recopilatorio de ya, que como servidor está (y estaba...snif, rip nslm) en paro no había neros para tan magna publicación (y duele...Y DUELEEEEE...)
(Nota: hace poco se habrían las puertas del FNAC CORUÑA, justo al lado (o en, que hace siglos que no paso por allí) de un mercado en el que encontré curro como mozo moviendo "cucas" (así llamaban los pofesionales a los congeladores de 6 metros que teníamos que meter vía grua por un ventanal del segundo piso...)...Curiosamente,muchísimos dibujantes comiquiles de Coruña y cercanías presentaron curriculum para la sección de libros...
Debe ser una suerte de castigo griego para los del gremio)
Gracias por el coment... que ilusión.
A mi tb me encanta lo que haces, lo primero que leía del difunto NSLM eran tus historias. y soy fan incondicional del "Todo Está Perdido"... de hecho adqurí vocabulario nuevo desde que lo leí.
Como cotilla que soy me gusta este enfoque de tu blog.
A ver si sale pronto este recopilatorio.
saludos.
jaja, grandes anécdotas! me ha hecho gracia sobretodo lo del test psicológico de la fnac. Y gran combustión espontánea, también!
claro, ahora me cierra todo! (lo que te dije de astrud y tú)
¿Qué demonios le ha pasado al detective Ulises? ¿Se ha cortado afeitándose?
Así empiezan las leyendas urbanas --> ¡Pues yo tengo un primo que se compró un disco de Humbert Humbert en Ziggy's!
Yo hice el test psicológico en grupo de FNAC y no lo pasé. Si era una señal de algo, me hice el sueco
:-/
Vaya, si resultará que detrás de cómics tan inquietantes como "Escarba, escarba" o "Porque te gusta" se esconde una persona de lo más normal que incluso saca buenas puntuaciones en los tests psicológicos del FNAC.
¿O es ese autor de cómics depravado el que se esconde bajo la apariencia del alguien normal?
¿Habrá más gente así?
Uy...
Creo que a partir de ahora me va a dar miedo ir al FNAC a comprar.
Yo también pasé la prueba. Y sí, da miedo, no solo la prueba, sino todo el submundo que viene después.... JA JA JA!
Me ha encantado!
Pat.
¡Qué alegría encontrar este blog! Uno de los artículos de Trama con los que mejor me lo pasé documentándome fue el que escribí a medias (es un decir) con Yahvé sobre tu obra, por aquel entonces no colaborabas aún en el Jueves ni en los 40. Recuerdo que con la primera letra de cada párrafo formaba la frase “mata a los cerdos” pero Bartual (el maquetador) se cargo la broma y al final la frase desapareció para siempre…
Moho, angustia, tos, asfixia
Ablación
Lúgubre, órgano, salpullido
Cáncer, espasmo, rascar, desasosiego, oscuro, sudor
Con un poquito de retraso pero al fin cierro el círculo (¡qué a gusto me he quedau!)
Yo también hice uno de esas entrevistas de la muerte...pedí que por favor me metiesen en cómics o en discos o en libros. Venía de haber estado currando en una agencia de extras para la televisión en la que me pasaba el día atendiendo a la gente y cobrando una miseria. Al final quería matar a todo el mundo. A los de la Fnac les dió por pensar que lo que mejor sabía hacer era eso, así que me ofrecieron un puesto en "Atención al Cliente". Hice la peor entrevista de mi vida (conscientemente, claro).
je je, la horrible experiencia de la entrevista del FNAC...si algún día decidiera volver a currar allí, lo que más me echaría para atrás es la maldita emboscada psicótica esa...aunque donde peor lo pasé fue en el cara a cara con una psicóloga.
Tenía que defender todas las trolas que había puesto en el currículum y juro que soy el peor mentiroso del mundo...me tiembla la voz, me entra la risa...un desastre...creí seriamente que me iba a desmayar junto a aquella mujer.
(un saludo, félix...recuerdo aquel artículo y estaba muy divertido)
Pues sí Paco, hubiera sido una mierda bastante grande. estás muy bien donde estas: haciendo historietas.
Saludos.
Ya me comentaba un amigo que trabajó en el Fnac los rollos manguis que se traían algunos, tela marinera!
Que bien que hayas abierto un blog, me considero buena cotilla como dice Lola, así que bien jejeje!
Un saludo desde El Garaje.
Hablando de entrevistas de trabajo recuerdo una historieta (creo que en La Comictiva) que me hizo mucha gracia sobre un tipo que se automutilaba delante de su entrevistador. Y es que los caminos del acceso al trabajo son inexcrutables...
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