Portada y contraportada para “Sufro Mucho”, una recopilación de varios autores que publicó DobleDosis en el 2000.
Un tiempo después, Miguel me ayudó a hacer una “versión-chapa” para un proyecto de Ricardo Mena:
También hice otro diseño con una imagen de “¡Escarba, escarba!” (que, por cierto, originalmente había dibujado para ilustrar una entrevista mía en Ruta 66):
12 comentarios:
Oh, recuerdo que era ligeramente engañoso este "Sufro mucho", porque por la cubierta parecía un tebeo monográfico tuyo, pero luego, en el interior, creo que no había ni una sola página del señor Alcazar. Creo recordar.
Er, cierto...pero la verdad es que cuando la hice ni se me pasó por la cabeza...
Pues vaya estafa!!
La portada de "Sufro Mucho" es uno de tus clásicos ^_^. Y al personaje de "Escarba, escarba" no le falta de nada: ¡lencería sadomaso y ortopedia fina!
ni idea de que va la "Sufro mucho" pero aunque no fuera un monografico tuyo como comentan aquí, creo que la portada sola ya vale la pena, es increíble esta imagen, todo, hasta la manito en el árbol y los bifes por el suelo, todos los detalles aparentemente menores son inquietantes, y el nombre sufro mucho le queda tan bien!
a mi me gustan mucho los millones de hojitas por todas partes... y el cometa... todo lo demás también, ¿eh?, pero el cometa es total... y la estupefacción...
gracias!...a mí lo que más me apetecía era dibujar la anatomía interna del señor de la flor, con sus venitas, sus órganos de colores...de ahí partió el dibujo....
Paco,
jajaja, acabo de descubrir que tu también tienes un blog,
bueno pues gracias por compartir todo esto con la humanidad.
Pronto nos vemos!
Ina
Yo compré la segunda chapa en un Saló en el que, por cierto, nos conocimos, aunque fue "de refilón". Algún día te lo explico.
Saludos!
Enhorabuena por lo de El País! Me ha encantado verte por allí, y espero seguir viéndote. Que dure!
Un abrazo.
Yeah...tenía la chapa sufromucho en una gabardina pillada de segunda mano, tenía propensión a dejarla por todos lados y perderla, pero bastaba con comentar como era el dibujín de la chapa y la cara de los propietarios de los garitos de mala muerte se iluminaba de tal manera que ya no podían mentirme vilmente diciendo que nanai...
Mil gracias por eigo, oiga...
(eso si, despues de un pase accidental por lavadora, la chapa se volvió color caca y de la gabardina nunca más se supo...snf)
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