El otro día escaneé es una misma página dos dibujos que no tenían nada que ver y hoy, al abrir el archivo, me encuentro esta especie de historia de amor imposible.
Lo curioso es que, ahora que me fijo, La Chica sin Cejas lleva varios días mirando desde mi mesa al Hombre Perro que está colgado en mi Corcho de la Suerte, y sin embargo cuando los he juntado, La Chica Sin Cejas pasa completamente del pobre Hombre Perro.